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La pintura termocrómica o termocromática cambia de color dependiendo de la temperatura: está clasificada entre las pinturas con efectos de reacción ya que es capaz de actuar en su entorno, realizando un cambio de apariencia y de forma reversible.
La pintura termocrómica siempre es de color, opaca en frío y se hace transparente e incolora con e...
> Leer másLa pintura termocrómica o termocromática cambia de color dependiendo de la temperatura: está clasificada entre las pinturas con efectos de reacción ya que es capaz de actuar en su entorno, realizando un cambio de apariencia y de forma reversible.
La pintura termocrómica siempre es de color, opaca en frío y se hace transparente e incolora con el calor. Cuando la pintura está caliente permite ver el fondo en el que se ha aplicado (fondo blanco, de color, diseño...).
El funcionamiento:
El cambio de color aparece cuando la pintura y la superficie sufren una modificación suficiente de su temperatura. Las etapas de nuestras pinturas son 10°C, 32°C o 50°C. El efecto se produce al momento, durante el calentamiento o el enfriamiento. El color es más o menos opaco y se descolora ligeramente al acercarse a la temperatura, luego pasa de repente de color/opaco a transparente.
Las consignas son sencillas: mejor con pistola, ya que el efecto necesita numerosas capas y la aplicación debe ser homogénea.
Se puede aplicar con pincel o con rodillo. Se aplica en un fondo claro obligatoriamente, lijado y limpio, con capas de pintura (de 4 a 6) hasta que se consigue la cobertura total:
La temperatura ambiente, o del aire de la pistola, puede influir en el estado de la pintura: una buena manera de determinar si se ha aplicado suficiente pintura es exponer la pieza pintada a una fuente de calor o de frío.
La longevidad de una pintura termocrómica es precaria. Si se protege una pintura termocrómica de la exposición del sol y del contacto con temperaturas superiores a 70°C, pueden realizar 10 000 cambios de color.
La selección del color de fondo es muy importante, ya que el color de fondo aparece cuando la pintura termocrómica se hace transparente. Por tanto, se recomienda utilizar un fondo blanco o un color más claro que la pintura termocrómica para crear un contraste.
Si por ejemplo, se aplica una pintura termocrómica roja en una subcapa amarilla, entonces se conseguirá un efecto final termocrómico rojo (en frío) o amarillo (en calor).
También se pueden utilizar pinturas con colores vivos, por ejemplo: los fluorescentes. No se pueden utilizar pinturas nacaradas ni otras, ya que la transparencia sería un problema.
Para un uso en automóvil o en exterior, es necesario aplicar nuestro barniz anti-UV y así mejorar la protección contra los rayos del sol que pueden dañar la pintura termocrómica muy rápidamente. (Encontrar el barniz anti-UV en la pestaña «Barniz», o el aditivo anti-UV concentrado en la pestaña «Aditivos»).
También hay que evitar la exposición de las pinturas termocrómicas a altas temperaturas (superiores a 75°C) durante mucho tiempo.
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