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Las masillas son productos de la familia de las imprimaciones para carrocería y capas de agarre que se utilizan en la pintura de carrocería, pero también en pintura industrial. Además, es uno de los primeros pasos de los sistemas de pintura. Se aplican como agente de nivelación y de relleno, directamente en las chapas desnudas, antes de las imp...
> Leer másLas masillas son productos de la familia de las imprimaciones para carrocería y capas de agarre que se utilizan en la pintura de carrocería, pero también en pintura industrial. Además, es uno de los primeros pasos de los sistemas de pintura. Se aplican como agente de nivelación y de relleno, directamente en las chapas desnudas, antes de las imprimaciones de relleno, las pinturas y los barnices.
Las masillas para carrocería son resinas a base de epoxi o de poliéster, cargadas con micropolvos que le proporcionan sus propiedades de relleno, gran resistencia y lijado fácil.
Las masillas para carrocería se entregan en forma de pastas espesas, acompañadas de un endurecedor.
Se utilizan para rellenar y nivelar las superficies que el carrocero debe corregir, tras grandes golpes o arañazos.
El paso de aplicar la masilla en un coche se realiza justo después del desabollado.
La masilla se puede aplicar con grosores desde 1 mm hasta 2 cm, sin crear ningún fenómeno de retracción durante el endurecimiento y el secado.
Las masillas de coche son resinas que secan con la ayuda de un catalizador de color. La coloración del catalizador permite garantizar una mezcla homogénea. Cuando se añade y se mezcla el catalizador en la masilla, el endurecimiento es extremadamente rápido. La masilla endurece en varios minutos y puede lijarse directamente.
Entre la familia de masillas utilizadas en la pintura profesional, existen masillas de coche tradicionales (pasta gruesa de color rosa) que se utilizan en cualquier tipo de aplicación.
También existen masillas de coche especiales, como, por ejemplo, la masilla de aluminio: se trata de una pasta epoxi cargada de polvo de aluminio que le proporciona un aspecto metálico, pero también una gran resistencia y una gran dureza tras el endurecimiento.
Para los trabajos de reparación en las carrocerías y en los cuadros de carbono, existe una nueva masilla para carrocería que está cargada de filamentos de carbono. Esta proporciona una dureza y una ligereza sin comparación con los otros tipos de masilla.
Por último, Stardust propone una masilla para carrocería especial, con una baja viscosidad, que le permite pulverizarse con una clásica pistola para pintar. Mucho más espesa que una imprimación, esta masilla líquida permite rellenar y nivelar las superficies más desiguales.
Antes de aplicar una masilla para carrocería se recomienda preparar las mejores condiciones de agarre posibles con un lijado agresivo (abrasión con P120). La zona de lijado debe extenderse por toda la zona que se va a rellenar ya que la masilla debe aplicarse en toda la zona alrededor del golpe.
Tras su endurecimiento, las masillas de carrocería deben lijarse antes de realizar la imprimación. Se utiliza un grano de lijado entre 180 y 320, entre el principio y el final del lijado.
Es totalmente necesario preparar la masilla de coche antes de poder aplicar la pintura. Solo la imprimación puede crear las condiciones de superficie perfectas para recibir la pintura.
Todos los materiales pueden ser susceptibles de recibir la masilla, siempre y cuando se lijen. La mayoría de los metales pueden recubrirse directamente con una masilla. Las masillas permiten un agarre directo y sin capa de agarre en la mayoría de los metales ferrosos y también no ferrosos. Sin embargo, es importante lijar bien la chapa y desengrasarla antes de aplicar la masilla.
► Consulte nuestro tutorial sobre la aplicación de masillas.
Aplicar una dosis aproximada de un 2 % de catalizador en la masilla. Mezclar con las espátulas de metal hasta que se obtenga un color homogéneo, resultado de la masilla y del endurecedor de color.
¡Atención! Cuando el catalizador se mezcle con la masilla, habrá que aplicar la masilla muy rápidamente en la superficie.
Realizar gestos francos y ágiles con una aplicación generosa, y, sobre todo, evitar pasar varias veces por el mismo sitio.
Contar con un grosor más importante para poder lijar sin tener que aplicar nuevas capas de masilla.
Si es posible, aplicar la dosis justa de masilla: si se aplica demasiada, habrá que pasarse mucho tiempo lijando. Y, al contrario, si la cantidad aplicada no es suficiente, habrá que volver a empezar con la aplicación de una capa de masilla.
Tras el endurecimiento completo (unos 5-10 minutos) se puede pasar al siguiente paso del lijado, siempre con una lijadora o una cuña para lijar.